¿Te acuerdas, Cassandra Soto? Éramos algo así como sombras en los Ghettos verticales
Un proyecto de Macarena Fuentes, Magdalena Urarte y Marcelo Leonart, ¿Te acuerdas, Cassandra Soto? Éramos algo así como sombras en los ghettos verticales es una obra que se construye sobre la idea de que vivir en una ciudad es sobrevivir. El relato se enfoca en la historia de Cassandra Soto, una mujer ubicada en medio de una comunidad hacinada y peligrosa, tratando de luchar por el futuro de su hermana menor. En cambio, Minerva Avendaño, el segundo personaje en escena, busca escudriñar su presente y funciona como el lado más amable de esta comunidad.
“Las ciudades siempre se están modificando. Antes, cuando pensábamos en el futuro, se nos venían a la cabeza llenas de adelantos que harían la vida de la gente más cómoda y más feliz. Pero en nuestro presente (que a veces parece un futuro de ciencia ficción) la idea del hacinamiento se vuelve una realidad. Vivir en una ciudad es sobrevivir. Y esa lucha diaria es parte de nuestro cotidiano”, explica Marcelo Leonart, dramaturgo y dirección de ¿Te acuerdas, Cassandra Soto? Éramos algo así como sombras en los ghettos verticales.
Cassandra Soto es una habitanta de su época y está confundida. No quiere saber de las contingencias del mundo. Pero está atrapada por las contingencias del mundo. Minerva Avendaño quiere ayudarla. Parece una detective. Pero no es una detective. Parece una siquiatra, pero tampoco es una siquiatra. Ni una abogada, ni una policía.
“(La obra) se plantea como un enigma. En un lugar enigmático e impreciso (tal vez en un departamento en el medio de un enjambre de ghettos verticales), Minerva Avendaño interroga a Cassandra Soto. Hay un video. Hay circunstancias vitales. Un acto de violencia indecible del que Cassandra Soto tal vez fue protagonista. ¿Dónde está la hermanita chica de Cassandra? Minerva Avendaño —cariñosa, firme, a veces desesperadamente— tratará de construir y reconstruir ese relato. Un relato que explica la presencia de sombras en las azoteas de los ghettos verticales. Y sirenas que suenan como en el medio de un sueño o una pesadilla”, agrega explica Marcelo Leonart.
El dramaturgo escribió el proyecto para que fuera interpretado por Macarena Fuentes y Magdalena Urarte: “Es una oportunidad para ver a dos tremendas actrices contando un relato que es una metáfora de esta época (…) Unirlas en este proyecto es un regalo para la escena. Dos actrices con una presencia actoral poderosa que son capaces de, con sus propios cuerpos y la palabra, contar y hacer carne una historia que transita desde los márgenes de la ciudad al corazón y la cabeza de todos y todas, en el medio de las contingencias de nuestra época”.
Reseña
Cassandra Soto es una habitanta de su época y está confundida. No quiere saber de las contingencias del mundo. Pero está atrapada por las contingencias del mundo. Minerva Avendaño quiere ayudarla. Parece una detective. Pero no es una detective. Parece una siquiatra, pero tampoco es una siquiatra. Ni una abogada, ni una policía. Afuera hay un enjambre de ghettos verticales. Hay un video y un hecho de violencia. Cassandra Soto lo daría todo por su hermanita chica. ¿Qué hay en ese video? ¿De qué se trata este hecho de violencia en este mundo lleno de violencia? ¿Cassandra Soto es una víctima o todo lo contrario? ¿Dónde está la bicicleta de su hermanita chica con la que sale a repartir cosas para ganarse la vida?
Dicen que la gente se sube a las azoteas en los ghettos verticales.
Y que en este mundo lleno de ghettos verticales, a Cassandra Soto le gustaría flotar.
Pero ¿cuál es su historia?
Minerva Avendaño —con sus propias armas— hará lo posible por establecer su relato.
Dos actos y un final. Pero ¿cuál es el final?