Sueño con Revolver se sitúa en un Buenos Aires posnuclear, con cortes de luz que duran meses, mafias que se disputan los barrios, hombres y mujeres que duermen con un revólver debajo del brazo.
En ese paisaje demolido, una adolescente y un hombre se conocen en un club nocturno. Sin saber nada el uno del otro pasan la noche a oscuras en el departamento de él. La historia narra lo que sucede durante esa noche.
Escrita por Lola Arias – una de las más importantes dramaturgas de la escena argentina contemporánea – La obra se sitúa en una ciudad posnuclear, con cortes de luz que duran meses, mafias que se disputan los barrios, hombres y mujeres que duermen con un revólver debajo del brazo. En ese paisaje demolido, una adolescente y un hombre se conocen en un club nocturno. Sin saber nada el uno del otro pasan la noche a oscuras en el departamento de él.
La propuesta del montaje logra un diálogo orgánico entre la atmósfera del texto y la biografía del espacio físico donde la obra se realiza: “El teatro del puente”. Néstor Cantillana recalca: “En ese diálogo con el espacio, las luces de la ciudad como telón de fondo me parecen apropiadas para extremar la idea de éste pequeño drama inmerso en el caos exterior.”
Otro soporte del montaje es la música en vivo. La pareja se conoce en un bar, donde se encuentran por primera vez, coquetean y finalmente salen de ahí para ir al espacio de él: “ Me pareció importante subrayar las energías distintas de ésos dos espacios. En ése bar con una banda inconclusa logramos ver a estos personajes en una energía mucho más expansiva, más libres, más resueltos. Pero ya en el lugar de él, después de haber tenido sexo, nos damos cuenta que son dos seres bastante temerosos, frágiles y dañados emocionalmente.”
Más que un espectáculo, el montaje pretende que el público viva una experiencia teatral: Ahondar en las pulsiones y misterios que esconden las palabras.