Obra se adentra en la intimidad de mujeres que vivieron una dictadura dentro de la dictadura
En el marco de la conmemoración especial de los 50 años del Golpe de Estado en Chile, el nuevo estreno dirigido por Marcia Césped Laplechade y escrita por Alejandra Cabrera Monzálvez, trae a escena la obra La historia de una mujer que regaba su planta con una cuchara, la cual se adentra en la historia de dos esposas de militares que viven una dictadura dentro de una dictadura. Marcadas por las apariencias y los mandatos de género en lo que se denomina “la familia militar”, la obra devela un espacio poco explorado respecto a las memorias de la dictadura, presentando un diálogo entre el escenario dictatorial y el patriarcado.
Dos mujeres que viven en departamentos contiguos en la Villa San Luis de Las Condes, población fiscal construida por el gobierno de Salvador Allende y desalojada por militares después del golpe de Estado, son esposas de Suboficiales del Ejército en plena dictadura cívico militar, y han sostenido una amistad pese a una gran diferencia: cómo piensan, qué desean y cómo votan en el plebiscito de 1988. Esa discrepancia es la que enfrentan en esta obra que se estrena el 23 de agosto en Teatro del Puente.
El montaje es un proyecto transdisciplinar y territorial financiado por el Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, Convocatoria 2023 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, desarrollado en las dependencias del Parque Cultural de Valparaíso, que reúne a artistas de la región de Valparaíso y Santiago.
“Siempre se ha hablado de una dictadura, de una sola, pero a nivel social tenemos el patriarcado que es otra dictadura. Entonces, estas mujeres que ya tienen esa doble opresión a cuestas, se van dando cuenta que esa es la razón de ciertas decisiones que han tomado para vivir la vida que viven, y poder seguir siendo esposas de militares. ¿En qué momento se desvela que eso también es patriarcado?, también es parte de la obra”, explica Marcia Césped Laplechade, directora de la obra.
A pesar de las diferencias de las protagonistas y sus posibles consecuencias, la obra refleja la sororidad y el entendimiento de la situación del país, independiente de que las protagonistas viven en un contexto controlado por el mandato dictatorial: no todo se sabe, no todo se conoce, y toda opinión debe estar apegada a la realidad que la institución militar ha creado y la única que permite.
Por ello, en “La historia de una mujer que regaba su planta con una cuchara”, estas mujeres rompen con su horizonte de posibilidad a pesar del horror de la dictadura y de ser mujeres en dicho periodo. Como destaca la directora, Nani y Silvia “tienen la posibilidad de dudar, y en eso transita la obra: en esa posibilidad están todas las posibilidades”.