Diez años después de un accidente de trabajo del que es responsable, Eugenia intenta sanar su pasado en el diván de una psicóloga. Con ella entablará una intensa y absurda relación, en donde descubrirá que no es la única que debe enfrentar sus culpas.
Tomando como estímulo creativo un hecho real ocurrido en Chile, la obra muestra personajes presionados por un escenario laboral precario en el que negligencia y sentimiento de fracaso surgen como hilo conductor que los reúne.
La obra aborda temáticas como la soledad, la aislación, el anhelo del encuentro a través de una puesta en escena que hace dialogar la crudeza de la historia con los elementos tragicómicos de la dramaturgia.
PALABRAS SOBRE LA OBRA
Vivimos tiempos de agobio y de sobre exigencia. Nos movemos contra el reloj optimizando minutos, corriendo por cumplir, por responder, intentando no salirnos del circuito establecido, en una rutina de deberes que deprime, enajena y enloquece. Como ratas de un experimento del que no elegimos participar. Prefiero que me coman los perros, pone en escena las consecuencias de nuestra propia locura, de nuestro afán ciego por permanecer en un modelo que atrapa y aplasta.
“¿De eso se trata la vida? ¿De no parar nunca? ¿De vivir siempre el mismo día? Del trabajo a la casa. De la casa al doctor. Del doctor al banco. Del banco al trabajo. Y una y otra vez la fantasía de parar… de mandar todo a la mierda, de desaparecer”. Así dice Eugenia, la protagonista de esta obra, y estas palabras escritas por Carla Zúñiga parecen traducir el sentimiento de toda una época.
Nona Fernández S.