La exposición “Teatro en Resistencia” cuenta con una serie de fotografías sobre la primera marcha de estudiantes de teatro en Chile realizada en el año 2008. Las imágenes fueron tomadas en el contexto de las movilizaciones estudiantiles de la llamada Revolución Pingüina , que fueron el origen del también histórico Movimiento Estudiantil de 2011. La movilización se realizó en señal de protesta contra el lucro en la educación y la hasta entonces Ley General de Educación (LGE).
La acción consistió en un recorrido por la ribera norte del Río Mapocho, en un trayecto de más de dos kilómetros, que finalizó en el histórico Teatro del Puente. En esta participaron cerca de 500 personas cubriendo sus rostros con mascarillas, marchando con bolsas de basura y en absoluto silencio.
“El proyecto fue pensado en el Teatro del Puente ya que la muestra está atravesada por el imaginario tanto del Río Mapocho, como lugar histórico y simbólico, por el trayecto que comprendió la marcha-performance y también porque fue aquí, en este sector, donde ésta finalizó. De hecho, es maravilloso ver que hay imágenes en donde aparece el teatro en esos años. Es una suerte de vínculo inconsciente. Además de que el Teatro del Puente se ha transformado en un lugar no solo de exhibición de montajes, cartelera teatral y experimentación, sino en un espacio que está en relación con otras artes como la fotografía, la música, pero también la ciudad, su memoria y su territorio”, cuenta Héctor Freire, director de arte de la exposición.
A esta importante marcha del 2008 concurrieron estudiantes de las escuelas de teatro más importantes de Chile como: Universidad de Chile, Universidad Católica , Universidad de Santiago, Universidad Arcis, Universidad Mayor, Escuela de Actuación Fernando González Mardones, Escuela Domingo Tessier, Escuela Gustavo Meza , Universidad Finis Terrae, Universidad del Desarrollo, entre o tras. El hecho repercutió en la prensa nacional, siendo portada del diario El Mercurio el día sábado 1 4 de junio de 20 08.
La muestra busca volver a conectar e incentivar la relación entre la ciudad, la cultura y las artes.
“Una fotografía es siempre un enigma, pero también una memoria: un testimonio histórico. La idea de la muestra es volver a pensar. La importancia de repensar un trayecto que finalizó con un plebiscito donde se impuso el rechazo. Siempre es interesante hablar de lo que la foto muestra, pero también de lo que no está en ella. La mezcla entre movilización y arte me parece fundamental para seguir pensando en las estrategias que permitan desplazar los imaginarios tradicionales de la acción política. Es una tarea ética y de autocrítica sobre cómo seguimos trabajando en una disputa cultural contra-hegemónica”, reflexiona el director.
