Noche de eclipse lunar, dos grupos humanos se introducen en lo que fue un territorio sagrado, hoy convertido en monocultivo de eucaliptus sedientos de agua con focos de incendios activos a kilómetros. Estos árboles serán testigos sésiles de la búsqueda de Antü, un niño scout perdido en medio de la inmensidad de la naturaleza. A la vez, el monocultivo será cómplice y víctima de la extrema acción humana: cuatro seres humanos coinciden en un mismo punto estratégico para arrasar y acabar con todo, incluso ellas y ellos mismos. El fuego, la naturaleza y la pérdida del niño se convierten en símbolos de reflexión que instalan la catástrofe medioambiental de la que estamos siendo partícipes en pleno siglo XXI.
Palabras del equipo:
“En tiempos vertiginosos como estos, contar con un espacio teatral donde compartir las utopias y las preguntas desde el escenario, es un regalo… Y en un teatro-hogar como lo es el puente, es un sueño. Estoy profundamente agradecida por la confianza del teatro del puente en nuestra creación, por la mano en el hombro para recibir esta primera experiencia desde la dramaturgia y por permanecer, con tormentas y terremotos, como guarida para librar batallas creativas y creadoras”
Antonia Mendía Oliver, (Dramaturga y directora)
«Para mi esta temporada cumple un mini sueño. Que es estrenar en el Puente. Las veces anteriores he actuado en remontajes o de apoyo técnico. Así que se cumple un pequeño sueño».
Benjamín Bravo (actor)
«Estar en el puente es como estar en casa, esta es mi cuarta obra aquí y disfruto como el primer día del espíritu de encuentro y amistad que se genera en cada función”
Paloma Toral (actriz)
«Se agradece estar en un lugar y con un equipo humano como son los trabajadores del Teatro del Puente; quienes se caracterizan por un diálogo fluido, profesional y muy agradable. Compartir el proceso de producción con ellos y ellas es un regalo. Gracias al teatro por reunirnos una vez más»
Raymi Demetrio (productora)